jueves, 9 de agosto de 2007

El Inepto Social

El título suena un tanto pretencioso... inepto social... casi parece que estoy anunciando un ensayo sobre sociología y déjenme aclarar que esto será mucho mas simple. Como en cada uno de los posts que agrego a este blog, espero no aburrir y dejar al menos, algún concepto interesante.

¿Cómo definir al inepto social? Todos seguramente conocimos y/o conocemos a alguno. Eso teniendo en cuenta que los ineptos podemos ser nosotros mismos, pero seamos benévolos con nuestra autoestima y convenzámonos de que lo que estamos por leer habla de otra gente muy diferente a nosotros.

A diferencia de otras ineptitudes, como por ejemplo, la ineptitud para los deportes, el inepto social no puede justificar su pobre desempeño culpando a alguna deficiencia física o psicológica. No es como es porque nació defectuoso o porque en su niñez el padre lo fajaba con su chancleta izquierda cada vez que hablaba con un extraño. El origen de esta actitud está encuadrado en mayor medida en un problema de ideología que en ocasiones se hereda de los padres como si fuera un inmueble con deudas impagables, pero también se aprende de otros ineptos que no conformes con su ineficiencia social se dedican a adoctrinar a los más jóvenes inculcándoles ideas que los llevarán directo a una vida de intrascendencia hacia el resto de los seres humanos.

Una manera sencilla de reconocer a un inepto social, es preguntarle con quién asistió, por ejemplo, al cine a ver una película o a algún evento. En caso de no tener una pareja con quién ir, cualquier hijo de vecino diría "fui con un amigo". Ese "un" implica que es uno entre varios, pero el inepto dice "fui con mi amigo", lo que da a entender a las claras que es el único que hay. Es como si llevara su círculo social a todas partes.

Uno de los momentos en que el inepto toma contacto con la cruda realidad es en su cumpleaños. Solamente lo llama la familia y algún que otro compañero de trabajo y/o facultad. Por supuesto, ha logrado conservar desde su niñez algún amigo "de fierro" que también lo llamará, pero lo cierto es que su círculo social está compuesto mayormente por personas que solamente interactúan con él por el azaroso hecho de compartir un lugar de trabajo o de estudios. A la hora de "celebrar" el aniversario de su nacimiento, es visitado por sus parientes y por no más de dos personas fuera de ese círculo familiar. Probablemente la cantidad aumente si tuvo el coraje de invitar a personas que no considera "amigas". El inepto social no puede aspirar a mas. Cuando es otro quién festeja y él asiste, ve que el lugar está lleno de gente y para no sentirse inferior, piensa que el anfitrión es alguien frívolo que se rodea de falsas amistades, pero que en realidad está solo. No tiene amigos de verdad como él, que por supuesto, jamás pueden ser muchos.

¿Cuál es entonces el problema de ideología que estoy planteando? El inepto tiene un concepto de la amistad extremadamente elevado, tal vez para justificar su incompetencia a la hora de hacer que otros se interesen en él. Le gusta decir frases de tarjeta como "los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano" o "amigos... son muy pocos, los demás son todos conocidos". De esta forma, le cierra la puerta en la cara a todos aquellos que le dirijan la palabra de acá en adelante. Nada de lo que hagas hará que te considere un amigo, solamente podrás llegar al rango de "conocido". Él ya tiene un elenco estable imposible de superar. Ya fueron homologados.

¿Cómo puede ser entonces, que alguien realmente sea su amigo? Bien, en nuestra niñez y pre-adolescencia, somos mucho más permeables a socializar. Un partido de fútbol en una plaza, una tarde en la playa o una excursión de la escuela son algunos de los ámbitos donde los chicos hacen amigos. Después todo depende de la afinidad entre ellos para hacer que esa relación perdure en el tiempo. A esa edad ninguno cometería la estupidez de decir que los chicos con los que juega todos los días son "conocidos".

Hasta el más recalcitrante inepto guarda de esa época a alguien a quién considerará un verdadero, gran e insuperable amigo que puede barrer a todos los demás. El único mérito de esa persona es haber estado todos estos años sin mandarlo a la mierda en forma definitiva, probablemente porque sea igualmente inepta que él. Este punto es crucial. La amistad entre ineptos es sagrada, ya que son lo único que tienen. Uno no se imagina sin el otro, porque de esa forma habrán perdido a la única persona que realmente les da la sensación de ser gente.

Cuando los inseparables amigos crecen, se enfrentan a que la vida deja de ser tan sencilla como en la niñez y se necesita otras aptitudes para lograr lo que uno quiere. El inepto nota que no está en condiciones de hacer amigos nuevos y se aferra a lo que le quedó de antes pero el problema empieza cuando sus pocos y verdaderos amigos consiguen pareja. Ya no tienen tiempo para él. La solución es encontrar pareja propia urgente y dedicarse a ella.

Hasta acá todo bien, ¿pero qué pasa si falla en sus intentos amorosos? Desprovisto de la atención de quienes considera sus amigos, el inepto trata de involucrarse con los conocidos a quienes siempre despreció. Esos que nunca llegarían a ser sus amigos. El intento suele dar magros resultados, ya que los demás notan que el interés repentino de este bobalicón es por simple descarte de posibilidades. Además, no logra encajar con otras personas que son socialmente mas eficientes, quedando relegado a un segundo plano debido a su incapacidad para forjar relaciones. No son sus amigos ya no por su elección, sino porque ellos lo decidieron.

Es duro para alguien que vende muy cara su amistad saber que no puede obtener aunque quiera la de otros que la venden a un costo mucho menor. En este punto, decide bajar toda pretensión a la hora de buscar pareja. Es así como termina con cualquier cachivache, teniendo una mala relación y siendo el hazmerreír de los demás con tal de no quedarse solo. El inepto social agotó todos sus cartuchos, lo único que le queda casarse con esa persona a la que ni siquiera pudo elegir correctamente y que sea lo que Dios quiera... y mas vale para él que Dios exista...