martes, 25 de diciembre de 2007

Verano Predecible

El 21 de diciembre -según el calendario gregoriano- arranca el verano. Es la etapa de tres meses en la cuál el hemisferio sur del planeta se encuentra mas cerca del sol. Calor y más calor. Pero a diferencia de las otras tres estaciones, el verano tiene una liturgia sobrecargada que lo convierten en el trimestre mas predecible de todo el año. Por supuesto, la predictibilidad varía de acuerdo a la cultura del lugar geográfico que se mire. En Argentina puedo asegurar que año tras año se suceden los mismos acontecimientos -alterados obviamente por modas y tendencias de cada época- y digámoslo abiertamente... es la estación mas ignorante de todas. Ninguna otra fomenta la superficialidad y la frivolidad como esta. También el verano es muy esperado por mucha gente, porque es sinónimo de descanso, joda y movimiento turístico/monetario. De hecho, hay gente que vive todo el año de lo que gana en el verano.

El día exacto en el que arranca la estación, Crónica TV nos anuncia con bombos y platillos que... "¡¡ESTALLÓ EL VERANO!!". Acto seguido, nos anuncia que restan noventa días para el inicio del otoño. ¡Eso es un noticiero, carajo!

La gente, luego de sufrir un calor espantoso ya desde hace tiempo, sigue comentando la temperatura como si fuera algo novedoso y sorprendente. Las minas empiezan a salir más en bolas y pareciera que de repente, están todas buenas.

Las Fiestas
Apenitas arrancado el verano, entramos en esa semana trágica llamada "las fiestas". La gente solitaria se deprime y piensa en el suicidio. Los matrimonios y similares entran en un tira y afloje acerca de dónde pasan navidad y dónde año nuevo. Empiezan las complicaciones porque hay peleas internas en la familia.

- Si vamos a lo de mamá, que no venga mi primo porque no lo quiero ni ver después de haberme cagado guita con el asunto de la venta del auto.
- Entonces vamos a lo de tu vieja en navidad y que tu primo vaya en fin de año. Llamala y decile.

Llama por teléfono a la madre:
- Hola, ¿mamá? Habla tu hijo preferido. Oíme, vos sabés que con el rafa no me llevo bien. ¿Qué te parece si nosotros vamos en navidad y él en año nuevo?
- El ya me dijo que viene en navidad... a mí no me gusta verlos peleados. Cuando los vi discutir tuve un pico de presión.
- Qué macana... ya arreglamos con mis suegos que íbamos a ir allá en año nuevo.
- Está bien... andá... olvidate de tu madre... algún día no me vas a tener mas...
- Pero mamá... ¡no seas fatalista!
- No te preocupes por tu madre... menos mal que tengo un sobrino como el rafa... (corta)

- Mamá se puso mal, ahora no sé qué hacer... deberíamos pasar fin de año con ella.
- ¡Ah no! Ya arreglamos con mis viejos... van a hacer lechón para treinta personas y yo les dije que llevaba el ananá fizz, no vamos a complicar todo por la rompebolas de tu vieja.
- ¡No hables así de mamá, la puta que te parió!
- ¡Me tenés harta, quiero el divorcio!

En fin, otra familia destruída por las malditas fiestas. Pero las que sobreviven a esta verdadera prueba tienen que pasar estoicamente un supuesto festejo de algo que a nadie le importa. ¿Por qué carajo brinda la gente en nochebuena? ¿Por Jesús? ¿Por Papá Noel? No todos saben para qué están ahí, pero hay que seguir la tradición como sea. El asunto es brindar a las doce y decir ¡Felicidadeeeeeeeeees!.

La televisión nos bombardea con publicidad navideña que además de reiterativa, es absolutamente ridícula. Uno está frente al televisor una tarde con 34 grados de sensación térmica observando una publicidad de coca cola donde los niños hacen un muñeco de nieve y aparece un gordo pelotudo vestido de Santa Claus con un abrigo rojo como para ir a la Antártida y todos ríen a su alrededor. Vos lo mirás y te da más calor. Cambiás de canal y suena un villancico. Nada tiene que ver con nosotros, no es más que pura invasión cultural que uno absorbe sin entender por qué.

Les mentimos a los niños diciéndoles que va a venir Papá Noel a traerles regalos, que en Estados Unidos es Santa Claus y en Chile es el Viejito Pascuero. Curioso, porque es pascuero pero viene en navidad en lugar de venir en pascuas. Les decimos que sale el 24 a la noche, entra en las chimeneas de las casas y les deja regalos a cientos de millones de niños alrededor del mundo y lo hace todo en una sola noche. Encima, los carga en un trineo de mierda que vuela y es empujado por seis renos. La imágen del gordo entrando a la chimenea no tuvo ninguna adaptación a un edificio en una ciudad. ¿Por dónde carajo entra en el departamento del 5to. H? ¿Cómo lleva tantos regalos en una bolsa? ¿Toma merca?

Todo el mundo, al igual que en el día del amigo, manda e-mails con tarjetas electrónicas y saludos que evidentemente fueron copiados y pegados. Los mismos cuatro o cinco powerpoints se multiplican en la red y de hecho, yo recibí uno de un árbol de navidad armado con palabras no menos de cuatro veces. Los deseos en las fiestas son totalmente desmedidos. "Que todos tus sueños se hagan realidad" ¿Ah, si? ¿Inclusive voltearme a tu hermana? Es como si la realidad estuviera guionada al igual que una obra de teatro. Las personas van a comprar a un lugar o se saludan por la calle y dicen "felicidades". La gente se desea "mucha prosperidad". ¿Prosperidad? ¿En qué otro momento del año usan esa palabra?

La familia se reúne alrededor de la mesa navideña. La comida está atiborrada de calorías en el peor momento del año para consumirlas. Nueces, almendras, castañas, avellanas y hasta el mismo pan dulce son comidas claramente invernales. Nosotros, que somos capaces de solucionar una falla en un taxi espacial en pleno vuelo con una pinza pico de loro y un puntero láser, nos podemos adaptar tranquilamente a todas las tradiciones del hemisferio norte (donde hace un frío de cagarse) y seguirlas al pie de la letra.

Las mesas donde se junta mucha gente suelen estar compuestas por parientes que solamente se ven en esas reuniones y no saben un carajo unos de los otros. No es lugar para ponerse a inventar lazos que nunca existieron, así que lo mejor es pasarse la noche hablando del clima, de las noticias o de la vida de otros parientes que no están presentes. Luego todos volverán a su casa con la silenciosa pero implícita promesa de volver a verse cuando otro pariente haga otra reunión donde los invite o en la gran reunión familiar que suele encarnar un velorio.

Llegan las doce y empieza fuerte la pirotecnia. Los gerontes de la mesa repiten año tras año alguna frase del tipo "qué manera de tirar cohetes" casi con asombro, como si fuera una novedad. El "adulto responsable" sale a tirar petardos con los niños de la familia y vuelve con un dedo menos a causa de una bomba de estruendo que misteriosamente le explotó en la mano. Los adolescentes, que se pasaron toda la noche mandando mensajes por el celular, se ponen impacientes esperando el momento para huír. A la abuela, que tiene todo tipo de restricciones alimentarias impuestas por el médico, le dan vía libre para comer y chupar, porque total... "es nochebuena, déjense de joder". Al otro día, están internando a la vieja.

La celebración de fin de año, más allá de todo esto, es mas acorde a mis gustos. Mas pagana. Menos mentiras y boludeces, simplemente festejar el inicio de un nuevo año. Nada de religión empañando la alegría de alguien que podría querer empezar el año mamado y enfiestado con dos trolas.

Las vacaciones
Por algún motivo que aún desconozco, al 70% de los argentinos (que trabajan) le dan vacaciones durante el mes de enero. Los cambios de quincena son espantosos. Cualquier lugar por más inmundo que sea se llena de gente queriendo escapar de su lugar de origen. En los lugares mas top te cuesta medio salario el alquiler de una bicicleta por una hora y por tomar una cerveza te cobran lo que habitualmente te cobrarían por un almuerzo para dos en una parrilla. En los lugares mas populares las playas se atiborra de gente y se dividen entre los que compiten por hacer alarde de su graserío con los que pretenden ser top en un lugar que evidentemente no lo es.
La playa se convierte en un campo de concentración donde se compite palmo a palmo por cada centímetro de arena disponible y encontrar la tranquilidad rodeado de familias con niños que revolotean y desparraman arena sobre uno es absolutamente imposible.

Las familias numerosas hacen la rutina de levantarse temprano, juntar las sombrillas, bolsos, heladera, cosas para los chicos, lonas, toallas, comida y se van temprano a la playa para conseguir lugar. Llegan mas temprano que lo que llegan habitualmente al trabajo. Estacionan el auto donde pueden, que generalmente es a dos cuadras o más y emprenden el éxodo hacia la arena. Una vez que acomodaron todo el equipaje se quedan diez horas como mínimo. Almuerzan toda la comida aderezada con arena y tienen que vivir refugiados debajo de la sombrilla porque apenas hay lugar para moverse. Cuando el sol ya bajó, de vuelta a juntar todo y hacer el éxodo hasta el auto, esta vez escoltados por una multitud que decidió irse en ese mismo momento y hacer todo el camino mas lento y complicado. Al volver al auto, estarán mas cansados que en un día laboral normal. ¿Y las vacaciones cuando empiezan?.

Salís a la noche y hay cola para estacionar, cola para entrar a un restaurante, cola para entrar al cine, cola para comprar cigarrillos en un kiosko, cola para mirar una vidriera, cola para subir a un colectivo y cola para entrar a un locutorio. Todo es un eterno esperar. Claro que como uno está de vacaciones no tiene apuro y puede cenar a las dos de la mañana... ¿qué problema hay?

Las ciudades turísticas estrenan su temporada de teatro. Cuando alguien menciona al teatro, podría estar hablando de cultura, pero no. Nada mas alejado. Empiezan a proliferar obras con nombres como "Mas pinas que las gallutas", "El champán las pone mimosas" o "Mas caliente que una pava".

Las reinas de pacotilla
El interior del país se regocija con sus concursos locales eligiendo a sus reinas. La reina del río, del lago, del charco y del carnaval de no sé dónde. Reconquista elige a la reina del surubí, Río Negro a la reina del tomate, Santa Fé a la reina del algodón, Mar del Plata a la reina del mar, Chacabuco a la reina del maíz y todas quieren que las contrate Tinelli. Evangelina Carrozzo (la reina del carnaval de Gualeguaychú de 2007) es un faro que las guía hacia el estrellato. No todas correrán con esa suerte, por supuesto, no todas encontrarán alguna causa justa y mediática para exhibirse y usarla de trampolín. En Uruguay, Botnia hace rato inició sus tareas y la abanderada de la ecología está muy lejos de ahí... sobre un escenario de Sofovich. Le salió bien, hay que reconocerlo.

La televisión
De repente, la caja boba se emberreta y los programas de "espectáculos" ganan la pantalla. Todos transmiten desde la playa (¡qué original!), hacen notas sobre culos (¡qué original!) y entrevistan a chicas que toman sol boca abajo (¡qué original!). Los temas candentes son los cruces verbales prearreglados entre vedettes y todo se convierte en un entretenimiento de poca monta y una publicidad permanente sobre obras de teatro en la costa. Empiezan las notas nocturnas mostrando la "movida" y consisten en un notero a los gritos en un boliche preguntándole pelotudeces a la gente y juntándola para una toma cosa que dé la sensación de multitud.

Aparecen nuevos programas que pretenden sobrevivir al verano para ver si les dan continuidad durante el año. Mirta Legrand transmite su programa desde un hotel mientras el palurdaje, que está al reverendo pedo, se amontona en la puerta a la espera de que su estrella asome la cabeza.

Si bien todas las estaciones tienen sus tradiciones y costumbres, creo que definitivamente el verano es la que más ingredientes tradicionales tiene. Algunos la odian por el excesivo calor, otros la aman. Lo cierto, es que la gente no tiene nada que hacer y está para cualquier cosa.

¡Que tengan un muy buen 2008!

martes, 13 de noviembre de 2007

La leyenda sin sentido del martes 13

Esto del martes 13 me suena a una estupidez similar a lo que es el día del amigo. Es decir, es una fecha que remite a un significado supuestamente importante, pero con un origen que no tiene el menor de los sentidos. ¿Por qué supuestamente vamos a padecer todo tipo de reveses en esa fecha? ¿Por qué la gente se cree cualquier cosa? No tengo una explicación concreta al segundo interrogante, pero voy a intentar indagar en el primero.

El 13, mucho mas que un canal
Investigando acerca de este numerito, encuentro datos por los cuáles presumo que no goza de la mejor de las famas. Es cierto que a veces se exagera con el uso de un número buscándolo en todas las formas posibles para darle un significado aunque sea por la fuerza (ver la película Number 23 protagonizada por Jim Carrey).

Aparentemente, este número comenzó a utilizarse como símbolo de mala suerte ya en la mitología nórdica. Cuenta la leyenda que se hizo un banquete en el Valhalla -algo así como una estancia que oficiaba de paraíso para quienes morían de la forma mas noble, o sea, en combate- y se invitaron a doce dioses, pero Loki -el dios de la pelea y el mal- se enteró de que no lo habían invitado y fue disfrazado de anciana, con la intención de cobrarse una vieja cuenta pendiente. Esto hizo que la cantidad de invitados o mejor dicho, dioses, llegue a trece. La cuenta pendiente de Loki era con Baldur (o Balder), hijo de Odín, el dios mas importante. Sin entrar en detalles -aunque confieso que la mitología nórdica es muy interesante- mediante engaños, Loki le dio una especie de lanza a Hodur, el hermano ciego de Baldur, y le dijo que se la arroje, que era inofensiva. La lanza se clavó en el pecho de Baldur matándolo al instante. Para colmo, como era el dios de la luz y de la verdad, todo se sumió en la oscuridad y eso propició la llegada del Ragnarok, que era algo así como una pelea final de dioses, los amigos de Baldur contra los de Loki. O sea, todo mal.

Luego, se reforzó la fama del trece cuando Jesús en la última cena no tuvo mejor idea que juntar a sus doce apóstoles que sumados a él, formaban trece comensales. Y ya sabemos cómo le fue a Jesús. Como hechos menores, podemos sumar que en el apocalipsis se habla de la venida del anticristo adivinen en qué capítulo... así es, en el trece y que en el tarot este número simboliza a la muerte.

En muchos edificios del mundo y hasta en hoteles, los pisos saltan del doce al catorce, en una verdadera demostración de superstición al servicio del cliente. ¿Para qué poner un piso trece al cuál mucha gente no querría ir? ¿Un departamento en el piso trece valdría igual que en el doce? En la mayoría de los autódromos del mundo los talleres donde los autos hacen el mantenimiento durante la carrera también saltan del doce al catorce y en muchas aerolíneas lo mismo sucede con las butacas de los aviones.

Del número al almanaque
Ahora, el verdadero problema es por qué el trece, que por si solo tiene su fama bien lograda, se une al día martes o viernes. En Latinoamérica se considera de mala suerte al martes debido a que este día de la semana representa al planeta Marte (cada día de la semana, salvo el domingo, representa a un planeta o satélite). El asunto es que Marte es el planeta rojo, que representa a la sangre y la destrucción y en la mitología griega, simbolizaba al dios de la guerra. Un martes 13, también, se produjo la confusión de lenguas en la Torre de Babel que la llevó a su destrucción.

En los países anglosajones, en cambio, prefieren tenerle miedo al viernes 13. La saga de películas de terror de Jason (aquí traducidas como martes 13) ayudaron a acentuar la superstición. El origen de esta creencia se remonta al viernes 13 de octubre de 1307, donde los Caballeros Templarios fueron delatados ante la Santa Inquisición lo que provocó el arresto de todos ellos esa misma noche y la condena a morir en la hoguera. En el momento de ser incinerados, emitieron todo tipo de improperios y maldiciones a las cuáles aún se les teme. Hay puristas, sin embargo, que prefieren tenerle miedo al martes y al viernes. ¿Para qué arriesgar?.

Conclusión: mas de lo mismo
Y si... como toda superstición, es rebuscada y pretende condicionar nuestras vidas en base a explicaciones que no tienen el menor sentido. El hecho de que el planeta Marte sea rojo no tiene relación alguna con que uno vaya a tener mala suerte en un día martes. Que en la última cena hayan comido trece personas no es razón para que alguien no quiera hospedarse en el piso trece de un hotel. Todo esto presuponiendo, claro, que alguien entienda su puta superstición y de dónde viene, porque lo mas ridículo de esto, es que todos afirman la mala suerte, pero nadie entiende por qué cree en eso. Simplemente es una creencia estúpida que se transfiere de padres a hijos.
Espero que esto le sirva a los ignorantes que creen en estas payasadas. Yo rescato como positivo el haber aprendido algo de la mitología nórdica, que recomiendo a quienes se fascinan regalándole la vista al señor de los anillos o Harry Potter. Cuando estén chicatos en la eterna pelea con los lentes de contacto, llegará el momento de preguntarse si valió la pena arruinarse los ojos para leer esa boludez.

viernes, 26 de octubre de 2007

CURIOSA DISCRIMINACIÓN

17 de octubre de 2006. Los titulares de la CGT y las 62 organizaciones peronistas , decidieron llevar los restos del general a la quinta de San Vicente -adquirida por Perón en 1946- para hacerle un homenaje, pero como suele ocurrir en este tipo de actos, todo terminó a las trompadas y a los tiros. El homenaje al gran héroe de los trabajadores terminó en un circo lamentable. Liturgia peronista clásica.

17 de octubre de 2007. La candidata fantasma Cristina Fernández de Kirchner hace un acto con el candidato todo terreno a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, en La Matanza. Esta vez, cambiaron a los sindicalistas mafiosos por borrachos iletrados de bajos recursos. Esos que son arreados como ganado por los punteros políticos y hacen presencia en cuanto acto haya que llenar, sin saber por qué carajo están ahí. El premio, por supuesto, es pasar una linda tarde al aire libre con todo el vino en cartón que quieran tomar. Militancia política moderna.

En medio de todo esto, los diarios nos sacuden con una noticia indignante. Aparentemente un viejo boludo que se la da de biólogo, afirma que los negros son menos inteligentes que los blancos. Dijo que Africa nunca iba a mejorar porque "todas nuestras políticas sociales están basadas en el hecho de que su inteligencia es la misma que la nuestra cuando en realidad todas las pruebas señalan lo contrario". De remate dijo: "No bastará nuestro deseo de atribuir capacidades de raciocinio iguales, como si fueran una herencia universal de la humanidad. La gente que tiene que tratar con empleados negros sabe que eso no es así" y aseguró que en diez años se van a encontrar los genes que producen la diferencia de inteligencia entre humanos.

El geronte en cuestión se llama James Watson y es conocido por expeler frases fuera de lugar. En 1997, afirmó al diario británico The Independent que "una mujer debería tener derecho a abortar si los análisis preparto mostraban que su hijo iba a ser homosexual". También aseguró que "La estupidez es genética y puede curarse. Las personas con un coeficiente intelectual bajo que no tienen un trastorno mental diagnosticado padecen un desorden que se transmite en forma hereditaria". Visto así por arriba, simplemente parece un viejo loco de 79 años.

James Watson es considerado un brillante biólogo molecular y uno de los pioneros en la investigación sobre el ADN. Ganó el premio nobel de medicina en 1962 y tuvo activa participación en el armado del genoma humano. Como dije anteriormente, un boludo. Las consecuencias de sus dichos no se hicieron esperar. El Cold Spring Harbor Laboratory de New York decidió suspenderlo de sus responsabilidades administrativas y terminó renunciando. Todo el ámbito científico se le puso en contra y se terminó haciendo mas famoso por esto, que por los logros científicos de toda su vida.

No me puse a escribir este post para dar una opinión acerca de este tema, simplemente porque no sé una mierda. Al igual que todos aquellos que desde algún medio de comunicación declararon cualquier barbaridad de este hombre. Todos pueden hablar simplemente por lo que creen que "está bien" por ideología o corrección política. Claro está que para un tipo como yo, que de corrección política no tiene ni un átomo, era demasiado simple seguir esta corriente. Tenía entonces que escribir algo acerca de la discriminación en general.

¿DISCRIMINACIÓN O CONVENIENCIA?

El concepto de discriminación parte de la existencia de minorías y no se aplica a mayorías. Por ejemplo, James Watson, hombre de ciencia, afirma que los negros son menos inteligentes que los blancos. Abucheos generalizados aunque este hombre al menos tiene conocimientos que nosotros no tenemos como para refutarlo. Por otra parte, existió siempre y sin ningún asidero científico, la creencia popular que dice que los negros la tienen mas larga que los blancos. Nadie dice nada. ¿No es acaso discriminativo hacia los blancos? ¿No es racista hacer la diferenciación entre blancos y negros? ¿Está mal decir que en algún aspecto los blancos son mejores que los negros y no está mal decir que los negros en algún aspecto son mejores que los blancos?. Esto claramente demuestra que si sos parte de una mayoría blanca y católica, no habrá nadie que te defienda. Podrán decir cualquier cosa de vos y tendrás que aceptarlo sin chistar.

La discriminación es la consecuencia directa de la elección, ya que si tengo tres opciones y elijo una, inmediatamente estoy discriminando a las otras dos. Sin embargo, se considera positivo poder elegir y negativo discriminar pero a su vez, es imposible elegir sin discriminar. ¿Por qué se supone entonces que está mal discriminar? La conclusión que yo saco, es que la discriminación es la elección, pero vista desde el lugar de quién se quedó afuera. No es nada agradable ser rechazado de algún ámbito al cuál uno quería pertenecer, al menos por un rato. Alguien no te eligió y prefirió a otro. Muchas otras personas pasaron por tu situación y estarán dispuestas a verte, desde su resentimiento, como una víctima, tal como lo fueron ellos. Siempre podrás defenderte y justificarte diciendo "a mí me discriminaron" o atacar a alguien simplemente diciendo "fulano discrimina" o descalificar los dichos de alguien diciendo "eso es discriminativo". El que elije libremente de acuerdo a sus gustos o prejuicios es entonces un facista nazi miserable. Pero... ¿no es autoritario imponer a otros un criterio de elección que supuestamente es "bueno"? ¿No tiene derecho cualquier persona de decidir libremente quién le cae bien y quién le cae mal o a quién acepta y a quién rechaza? ¿Qué autoridad divina tiene una persona para decir que un criterio es bueno o malo solamente basándose en una ideología aceptada como correcta?.

Demasiadas preguntas por hoy. Si Watson cree que los negros son mas idiotas, él sabrá por qué lo dice. Y si es cierto que los negros la tienen mas larga que los blancos, que se vayan a cagar. Me queda el consuelo de ser mas inteligente.

domingo, 23 de septiembre de 2007

MITOS ARGENTINOS I

Después de tanto tiempo de inactividad con el blog, decidí dedicarle algo de tiempo y regresar con algo diferente a lo que acostumbro a escribir. Es más el resultado de una investigación que una reflexión de mi propia cosecha. Es hora de inaugurar una serie de notas y empezar a adentrarnos en leyendas y mitos urbanos. Casas embrujadas y apariciones fantasmales forman parte de estas historias que merecen ser contadas ya que muchas de ellas, esconden detrás otras historias que son reales y forman parte de nuestra identidad.

Mitos subterráneos de la línea "A"

La línea A de subterráneos de Buenos Aires cuenta con algunas particularidades. Las obras fueron inauguradas por el presidente Roque Sáenz Peña en 1911 y fue inaugurada el 1° de diciembre de 1913 en su tramo inicial de Plaza de Mayo a Plaza Miserere. Fue la única hecha en la modalidad de cielo abierto y la primera de sudamérica. Dos años después estaba terminado el tramo siguiente hasta la estación Primera Junta.

Esta línea tiene una mística especial que no tiene ninguna otra. Los trenes son antiguos y sus estaciones tienen apenas el mantenimiento necesario. Mientras que las demás fueron cambiando los estilos, la "A" se mantiene como paralizada en el tiempo. Los vagones que se sacuden como un flan, sus artefactos de iluminación, las cintas con las argollas para agarrarse, los detalles de tallado en las barandas metálicas, la estación "Perú" mantenida como en su época hasta en sus publicidades pintadas a mano y su iluminación deficiente... es definitivamente la línea mas pintoresca. Esto también propició a que se tejan leyendas y misterios que aunque la mayoría de los pasajeros las desconoce rotundamente, están ahí alimentando al halo de misterio que la rodea.

El degollado sanitario
No hay datos que indiquen en qué época comenzó este mito, pero supongamos que fue algunos años después de la inauguración de la línea. Un operario en sus horas de servicio fue al baño en la estación Saenz Peña y al entrar, descubrió el cadaver de un tipo degollado sobre un charco de sangre. Cuando logró recuperarse del cagazo que se había pegado, salió corriendo a avisarle a sus compañeros que rápidamente fueron a ver qué pasaba pero al llegar, no había muerto ni sangre. Todos prefirieron creer que no era mas que una alucinación, posiblemente porque también este tipo no era mas que un borracho.

En los días sucesivos volvió a repetirse el hecho, con la diferencia de que distintos empleados veían al mismo muerto en la misma situación. No quedó más remedio que creerle al primero o creer que hay una epidemia de borrachos en la empresa. Ahora que lo pienso, eso explicaría muchas cosas...

La estación fantasma del terror
Todas las estaciones de esta línea (y presumo que de las demás también) están enfrentadas con las del recorrido opuesto. Obviamente, ambas estaciones tienen el mismo nombre. Hay un caso en el que esto no se da y es en el de las estaciones Pasco y Alberti. Oficialmente deberían ser la misma estación, ya que en ambos sentidos, son las estaciones intermedias entre Congreso y Plaza Miserere, pero tienen la particularidad de estar a una cuadra de distancia, lo que hace que deban tener diferentes nombres.

Bien, entonces... ¿cuál es el mito y la estación fantasma? Parece ser que inicialmente existía la estación Alberti sur (la que existe hoy) y quisieron hacer la norte... pero el terreno cedió y hubo un derrumbe en el cuál murieron dos obreros italianos. Hoy en día si pasás con el subte por esa parte del recorrido, en un momento se apaga la luz un par de segundos y justo ahí podés ver la estación a medio terminar y al los fantasmas de estos dos obreros sentados en el andén viendo pasar los trenes con cara de tristeza o de ojete, no sabemos bien. Si es domingo, uno de ellos está escuchando en una radio spika el partido del Nápoli y en su época hasta gritaba los goles del Diego. Pero aparentemente esto solamente le pasa a la gente que anda para la mierda, si andás normal o feliz, no los vas a ver.

¿Es posible que esto sea cierto? Definitivamente, es una estupidez mayúscula. En varias líneas de subtes del mundo circulan mitos de esta índole. Pero ya que estoy, voy a explicar brevemente la historia de estas estaciones tán particulares.

En primer lugar, cabe aclarar que estas estaciones que solamente están en un sentido del recorrido y no en ambos como las demás, son llamadas "semiestaciones". En segundo lugar, es cierto que las luces se apagan un segundo o dos entre estas estaciones y sin explicación alguna. En tercer lugar, los empleados que hacen mantenimiento de vías durante la noche (único momento posible) tienen sus propias historias de fantasmas y apariciones extrañas.

Hay distintas versiones cruzadas acerca de las semiestaciones Pasco-Alberti. La palabra oficial de Metrovías en su sitio (http://www.sbase.com.ar/historia2.htm) solamente dice que se clausuraron Pasco sur y Alberti norte en 1951 debido a un incendio, quedando en servicio las semiestaciones actuales. Demasiado sintético y no da ningún detalle al respecto. Solamente una mención histórica más que no me convence para nada.

Otra versión dice que en 1953, luego del bombardeo a la Plaza de Mayo para derrocar a Perón, los peronistas impulsados por su lider incendiaron la sede del partido radical, el Jockey Club y la sede del partido socialista, conocida como "La casa del pueblo". Esta casa estaba justo frente a la estación Pasco sur del subte. El incendio y los destrozos generados por la turba iracunda destruyó y dejó inutilizable a la estación, que fue clausurada. Esto provocó que también se clausure Alberti norte, dejando solamente las semiestaciones actuales.

Si uno va hacia Plaza de Mayo, puede ver entre Miserere y Pasco a la vieja estación Alberti norte, con unas persianas de metal con graffittis y tubos fluorescentes que rara vez se pueden ver encendidos. Fue refaccionada hace no mucho tiempo, ya que hace varios años se la podía ver casi como era en el momento de la clausura, incluyendo el cartel blanco que indicaba el nombre de la estación. Estas remodelaciones se debieron a que se va a hacer una sub-estación eléctrica.

Esta es una foto donde se puede ver Alberti norte a la derecha. Esa vía es la del lado norte desde donde vendría de frente el tren hacia Plaza de Mayo, por lo que desde adentro, se puede ver por las ventanillas del lado izquierdo (ya sé, no se entendió nada...). La vía que se ve doblando hacia la izquierda, perdiéndose al costado de la foto, es la que va hacia primera junta. La del medio es la playa de maniobras del ferrocarril Sarmiento. (Fuente: Flikr - Mitos Urbanos).



En otro túnel por donde ahora el subte no pasa (creo), está la estación Pasco sur, clausurada por el incendio. Conserva el andén que sobresale de la pared y las escaleritas a los costados para descenso peatonal. En Rivadavia al 2100, que era donde estaba la estación, hay en la vereda un par unas rejillas en el piso similares a las que se ponen en el medio de la avenida para darle ventilación al túnel. Si uno mira con atención hacia abajo, puede ver que aún están las escaleras para bajar. Un detalle arqueológico al que pocos prestan atención. Esta es una foto de Pasco sur tomada en el año 2006 (Fuente: VIVI! Wiki):



Estas evidencias nos indican que no hay una estación fantasma, sino que son dos. No son mas que estaciones clausuradas que aún están ahí, dejando constancia de su existencia en otras épocas dejando un rastro de una historia digna de contar

jueves, 9 de agosto de 2007

El Inepto Social

El título suena un tanto pretencioso... inepto social... casi parece que estoy anunciando un ensayo sobre sociología y déjenme aclarar que esto será mucho mas simple. Como en cada uno de los posts que agrego a este blog, espero no aburrir y dejar al menos, algún concepto interesante.

¿Cómo definir al inepto social? Todos seguramente conocimos y/o conocemos a alguno. Eso teniendo en cuenta que los ineptos podemos ser nosotros mismos, pero seamos benévolos con nuestra autoestima y convenzámonos de que lo que estamos por leer habla de otra gente muy diferente a nosotros.

A diferencia de otras ineptitudes, como por ejemplo, la ineptitud para los deportes, el inepto social no puede justificar su pobre desempeño culpando a alguna deficiencia física o psicológica. No es como es porque nació defectuoso o porque en su niñez el padre lo fajaba con su chancleta izquierda cada vez que hablaba con un extraño. El origen de esta actitud está encuadrado en mayor medida en un problema de ideología que en ocasiones se hereda de los padres como si fuera un inmueble con deudas impagables, pero también se aprende de otros ineptos que no conformes con su ineficiencia social se dedican a adoctrinar a los más jóvenes inculcándoles ideas que los llevarán directo a una vida de intrascendencia hacia el resto de los seres humanos.

Una manera sencilla de reconocer a un inepto social, es preguntarle con quién asistió, por ejemplo, al cine a ver una película o a algún evento. En caso de no tener una pareja con quién ir, cualquier hijo de vecino diría "fui con un amigo". Ese "un" implica que es uno entre varios, pero el inepto dice "fui con mi amigo", lo que da a entender a las claras que es el único que hay. Es como si llevara su círculo social a todas partes.

Uno de los momentos en que el inepto toma contacto con la cruda realidad es en su cumpleaños. Solamente lo llama la familia y algún que otro compañero de trabajo y/o facultad. Por supuesto, ha logrado conservar desde su niñez algún amigo "de fierro" que también lo llamará, pero lo cierto es que su círculo social está compuesto mayormente por personas que solamente interactúan con él por el azaroso hecho de compartir un lugar de trabajo o de estudios. A la hora de "celebrar" el aniversario de su nacimiento, es visitado por sus parientes y por no más de dos personas fuera de ese círculo familiar. Probablemente la cantidad aumente si tuvo el coraje de invitar a personas que no considera "amigas". El inepto social no puede aspirar a mas. Cuando es otro quién festeja y él asiste, ve que el lugar está lleno de gente y para no sentirse inferior, piensa que el anfitrión es alguien frívolo que se rodea de falsas amistades, pero que en realidad está solo. No tiene amigos de verdad como él, que por supuesto, jamás pueden ser muchos.

¿Cuál es entonces el problema de ideología que estoy planteando? El inepto tiene un concepto de la amistad extremadamente elevado, tal vez para justificar su incompetencia a la hora de hacer que otros se interesen en él. Le gusta decir frases de tarjeta como "los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano" o "amigos... son muy pocos, los demás son todos conocidos". De esta forma, le cierra la puerta en la cara a todos aquellos que le dirijan la palabra de acá en adelante. Nada de lo que hagas hará que te considere un amigo, solamente podrás llegar al rango de "conocido". Él ya tiene un elenco estable imposible de superar. Ya fueron homologados.

¿Cómo puede ser entonces, que alguien realmente sea su amigo? Bien, en nuestra niñez y pre-adolescencia, somos mucho más permeables a socializar. Un partido de fútbol en una plaza, una tarde en la playa o una excursión de la escuela son algunos de los ámbitos donde los chicos hacen amigos. Después todo depende de la afinidad entre ellos para hacer que esa relación perdure en el tiempo. A esa edad ninguno cometería la estupidez de decir que los chicos con los que juega todos los días son "conocidos".

Hasta el más recalcitrante inepto guarda de esa época a alguien a quién considerará un verdadero, gran e insuperable amigo que puede barrer a todos los demás. El único mérito de esa persona es haber estado todos estos años sin mandarlo a la mierda en forma definitiva, probablemente porque sea igualmente inepta que él. Este punto es crucial. La amistad entre ineptos es sagrada, ya que son lo único que tienen. Uno no se imagina sin el otro, porque de esa forma habrán perdido a la única persona que realmente les da la sensación de ser gente.

Cuando los inseparables amigos crecen, se enfrentan a que la vida deja de ser tan sencilla como en la niñez y se necesita otras aptitudes para lograr lo que uno quiere. El inepto nota que no está en condiciones de hacer amigos nuevos y se aferra a lo que le quedó de antes pero el problema empieza cuando sus pocos y verdaderos amigos consiguen pareja. Ya no tienen tiempo para él. La solución es encontrar pareja propia urgente y dedicarse a ella.

Hasta acá todo bien, ¿pero qué pasa si falla en sus intentos amorosos? Desprovisto de la atención de quienes considera sus amigos, el inepto trata de involucrarse con los conocidos a quienes siempre despreció. Esos que nunca llegarían a ser sus amigos. El intento suele dar magros resultados, ya que los demás notan que el interés repentino de este bobalicón es por simple descarte de posibilidades. Además, no logra encajar con otras personas que son socialmente mas eficientes, quedando relegado a un segundo plano debido a su incapacidad para forjar relaciones. No son sus amigos ya no por su elección, sino porque ellos lo decidieron.

Es duro para alguien que vende muy cara su amistad saber que no puede obtener aunque quiera la de otros que la venden a un costo mucho menor. En este punto, decide bajar toda pretensión a la hora de buscar pareja. Es así como termina con cualquier cachivache, teniendo una mala relación y siendo el hazmerreír de los demás con tal de no quedarse solo. El inepto social agotó todos sus cartuchos, lo único que le queda casarse con esa persona a la que ni siquiera pudo elegir correctamente y que sea lo que Dios quiera... y mas vale para él que Dios exista...

jueves, 26 de julio de 2007

El día del amigo lunar

Hay algo que no está bien con el día del amigo. Algo que no me cierra del todo y me hace despreciar un día tán noble. Partiendo de la base de que es, al igual que el día de la madre, del padre, del niño y del arquero, una celebración comercial. Pero eso está asumido en todas las fechas que se instauran en honor a algo por lo tanto no es lo que esencialmente me molesta del 20 de julio de cada año.
En un país como este donde el amiguismo es tán importante -sobre todo donde hay algo ilegal de por medio- no sería de extrañar que esta celebración haya nacido aquí mismo.

Para ser más exacto, en 1968 el doctor en odontología y profesor de historia y ética Enrique Febbraro tuvo la ocurrencia de que tendría que existir un día que recuerde la amistad entre las personas. Claro... ¿pero qué día? ¿Con qué justificativo? El tordo decidió que sería en la fecha de la llegada de la misión Apollo 11 a la luna. Cuando escuchó la frase "un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad", el doctor interpretó que eso era un gesto de amistad (¿?) y ahí decidió que ese sería el gran día. Para que sea reconocido aún internacionalmente, mandó mil cartas a cien países y recibió setecientas respuestas. Nada mal. A partir de 1969, quedó instituído el día del amigo.

Bien, ya arrancamos mal. La llegada del Apollo 11 a la luna no es mas que la ventaja tangible que le sacó Estados Unidos a la Unión Soviética en la carrera espacial. De amistad, nada. Ni siquiera es algo que haya tenido que ver con nosotros, aunque es válido teniendo en cuenta de la importancia global del hecho y la idea de Febbraro de hacer que el día del amigo sea mundial. De todas formas, no me convence la relación entre la amistad y la llegada del hombre a la luna. Si hubieran llegado los rusos, ¿hubiera sido igual?. En Chile se celebra en octubre y aún no sé a qué se debe en su caso. Cuando me entere, también me voy a quejar.

De todas formas, los argentinos tenemos una gran tendencia a globalizarnos con cualquier pelotudez, sobre todo si eso implica ponerse en pedo o morfar hasta dañar el aparato digestivo. No importa si es el día de San Patricio, Halloween o un after hour; no importa si viene de adentro o de afuera, allí estaremos para acatar cualquier celebración que nos impongan los medios para que otros se llenen de plata. Mas aún, a partir de la década del '90 muchas de estas celebraciones tomaron una importancia nunca vista y una de ellas es el día del amigo. Aunque existe desde 1969, se le empezó a prestar atención en estos últimos años.

Sin esperársela, los dueños de bares y restoranes de toda calaña se encontraron con que al menos un día al año, iban a tener con toda seguridad el boliche lleno hasta el reviente. De repente, es como si por una noche colapsara la infraestructura de la farra en la ciudad. Hay que sacar reserva hasta para ir al bolichongo más mugriento, no hay taxis y los celulares se niegan a comunicarse. Todo el mundo se siente en la obligación de reunirse con alguien. Es como si se desatara una locura general para salir con algún amigo, solamente para sentirse parte de la humanidad o al menos, no sentirse una persona deprimente que no tiene amigos para salir en una fecha de tal importancia.

Llega el día, tenés la suerte de tener amigos con quienes estar y encima, consiguieron lugar en el restaurante donde querían ir gracias a que algún boludo amigo tuyo reservó una mesa una semana antes como si se tratara de un casamiento. Todo está encarrilado. De repente, consultás el e-mail y te llega una catarata de mensajes. La mayoría, tarjetas electrónicas que se envían masivamente con una especie de texto genérico deseando felicidad perpetua a los amigos de quién la envía. Por medio segundo te sentís querido, hasta que reflexionás que ese mail se mandó como un trámite a todos al mismo tiempo con el mismo mensaje. No tiene nada de personal. No tiene nada de especial. No es mas que spam conmemorativo. Encima, te enviaron un montón. Las tarjetas son casi todas del mismo sitio, así que ya te conocés todas las animaciones de memoria y no te bancás más la musiquita midi horrible que tienen. El texto elegido es alguna frase o poesía pelotuda y cursi sacada de algún libro o tarjeta de cartulina sobre la amistad. Lo más probable, es que los borres todos sin abrirlos. Al menos, quienes las envían cumplieron con el ritual y ya se sienten tranquilos. Tal vez, no te den pelota en todo el año y aparezcan solamente en esta fecha para joder con la tarjetita. Gente formal, eso si.

Otros tienen un sentido más actual de la tecnología, el e-mail es para la gilada, la onda es mandar mensajitos por celular. El moderno envía un sms distribuido a todos los amigos que tiene en la agenda de su teléfono, pero el mensaje es más simple que el que se manda por e-mail porque da laburo escribirlo. Generalmente, algo así como "Feliz día del amigo" o "Amigo feliz día!" o algo parecido agregando y/o cambiando de lugar alguna que otra palabra mas. Es todavía más intrascendente e impersonal que el que se envía por e-mail. De esa forma, en un par de minutos, nuestro amigazo se saca de encima este trámite. Cada uno manda su mensaje a diez o quince destinatarios de una sola vez, colapsando la red. Vos necesitás mandar uno para algo importante y resulta que llega al otro día, generándote un perjuicio seguramente irreparable.

Mientras vas borrando los mails y los sms de tu celular a medida que van llegando, abrís el MSN. Todos en su nick tienen algo relacionado a la amistad. Vos no ponés nada y te preguntás si te van a considerar un renegado social o simplemente un forro. Aparece alguna de esas personas con las que tenés un diálogo mínimo, pero está en tu lista de contactos hace mucho tiempo. No hay relación directa, pero se podría decir que hay una indirecta. Ahí el culo se te llena de preguntas. ¿Lo saludo o me hago el boludo y espero que me salude él? ¿Si lo saludo, le digo feliz día del amigo o quedo como un desubicado? ¿Si me habla y no me dice feliz día del amigo asumo definitivamente que no me considera su amigo? ¿Y si me lo dice, el desubicado es él?. Al final, decidís saludarlo, pero no decir nada. Le ponés "hola, cómo andás?" y él te contesta "hola! feliz día del amigo!". Te hizo quedar como una mierda.

Al fin llega la noche. Luego de un arduo día de trabajo, te das una ducha y te cambiás para salir y encontrarte con tus queridos amigos. Llegás al lugar y está lleno hasta las pelotas. No podés encontrar tu mesa y para colmo llegaste primero, así que después de recorrer cinco veces el salón de lado a lado, una moza que está podrida de verte caminar como un estúpido haciendo slalom entre la gente y las sillas se apiada y te indica lo que debiste haber preguntado al llegar. Así, podés ubicar la mesa y comprobás con horror que está en un rincón, aprisionada entre una pared y otra mesa con veinticinco comensales. Justo en ese rincón no hay ventilación y de hecho, no lo solían usar porque la municipalidad lo prohibe, pero hay tanta gente que agregaron mesas así que no sólo te toca el peor lugar sino que además, las mesas están pegadas y no podés sentarte ni pararte sin chocar con el respaldo al tipo que está de espaldas a vos en la mesa de al lado.

Estás solo, sentado en una mesa reservada para diez personas y tus amigos tardan en llegar. Parecés un punto blanco en medio de un hormiguero y los mozos ya se plantean un plazo para empezar a sacarte sillas y en lo posible, echarte a patadas en el culo por desperdiciar una reserva tán codiciada. Por suerte, caen todos juntos y cuando ya se sentaron, notás que a pesar de haber llegado primero, elegiste el peor lugar arrinconado contra una pared y la otra mesa. Y la noche recién empieza...

Después de haber tenido que esperar muchísimo para que te traigan la comida, revolcarte por debajo de la mesa para poder ir al baño y escuchar más a tus vecinos comensales que a tus propios amigos por el apiñamiento de gente, te volvés a tu casa pensando en cuánto mejor lo hubieras pasado si hubieran hecho lo mismo veinticuatro horas antes, por iniciativa propia y ganas real de encontrarse en lugar de verse obligados porque hace casi cuarenta años llegó el hombre a la luna.

Dicho de esta forma... suena un tanto ridículo. Pero que conste que no fue mi intención.

¡Feliz día del amigo! (atrasado)

sábado, 14 de julio de 2007

¿Viejos Antes de Tiempo?

Y si... los años pasan para todos y lentamente vamos mutando hacia eso que nunca quisimos ser: viejos chotos. Los movimientos se hacen más lentos, cuesta más correr, empiezan a aparecer problemas donde nunca los hubo y la cara parece derretirse un poquitito más cada día.

Pero esta vejez es inevitable y por lo tanto, no me interesa hablar de eso. Lo que realmente me moviliza a escribir esta nota es el envejecimiento que se empieza a vislumbrar en la cabeza. No hablo de la calvicie, me estoy refiriendo concretamente a los indicios que va dando nuestro cerebro de que estamos yendo lenta pero inexorablemente a una vejez poco digna.

La edad en la que se manifiesta la vejez varía de persona a persona. Yo he visto viejos de treinta años, que si bien en una foto se veían muy jóvenes, en el trato uno notaba todo lo contrario. De esto se desprende una verdad indiscutible: el cuerpo y la mente envejecen, pero cada uno por su lado. En algunas personas envejece primero la mente y en otras, primero el cuerpo.

No hay que caer en una fácil confusión: madurez no es vejez. Evolucionar no es envejecer. En el imaginario de ignorantes y adolescentes es muy fácil caer en esa idea, ya que no tienen la capacidad de desarrollar un pensamiento elaborado y si están frente a uno, no lo entienden. Ante algo que a todas luces es imposible de comprender, está claro que proviene de un viejo de mierda.

Para separar un poco las aguas, quiero ahondar en la evolución. En algún momento de nuestras vidas, lentamente vamos cambiando de parecer en muchas cosas. A medida que uno va siendo vapuleado por la realidad, todo el idealismo universitario de cambiar el mundo haciendo marchas va perdiendo sentido. Se empieza a ver y a entender con otra claridad y esa claridad se manifiesta más aún cuando uno empieza a tener certezas acerca de lo que quiere y no quiere. Pasados los treinta, por ejemplo, uno ya no debería ser tán estúpido como para empezar a fumar. Esa clase de estupidez está ligada a la etapa adolescente. En la etapa adulta está el sufrimiento para tratar de dejarlo y esa permanente sensación de "qué pelotudo era cuando era pendejo".

Reconocer los errores de la adolescencia y notar lo pedorro que era todo lo que nos gustaba en aquel entonces, es una buena señal de evolución. Pero hay otras señales que denotan envejecimiento y voy a pasar a describirlas para que cada uno encienda una señal de alerta cuando se sienta identificado.

Como expliqué en el párrafo anterior, es una buena señal notar las enormes diferencias entre lo que nos gustaba en la adolescencia y lo que nos gusta hoy. Un rasgo distintivo de la vejez es no entender que algo no nos gusta por ser bueno o malo, sino que es por la predisposición que uno tiene en ese momento. El viejo no distingue las diferencias concretas entre las distintas épocas y se autoconvence de que antes todo era mejor. ¿Por qué antes era todo mejor? Por la sencilla razón de que eran jóvenes y por lo tanto tenían una receptividad mayor a todo. Hoy en día un viejo no puede ni siquiera seguir una película nueva, por lo que automáticamente cree que es debido a que las películas de su juventud eran mejores y por eso las podía ver.

Partiendo de esa base, podemos decir que un signo de vejez en una persona joven es creer, por ejemplo, que los programas para chicos de su infancia o los grupitos de pop adolescente eran mejores que los de hoy. Creer que las porquerías de "Menudo" o "Tremendo" eran mejores que la escorias de "Bandana" o "Gamberro" sería un buen ejemplo, cuando no tiene ningún sentido ya que sea de la época que sea, se trata simplemente de bosta comercial y fugaz para adolescentes calentonas. Lo único que diferencia a una bosta de otra, es la estética de cada época.

Debemos tener en cuenta lo que decimos, cómo y cuando. A veces, la influencia de gerontes en el círculo familiar puede agregar a nuestro coloquio términos indeseados. Hoy en día, a las chicas no les "llenan la cocina de humo". Ya no hay "chicas de su casa" ni son "buenas mozas", a menos que laburen en un bar. Palabras y frases como: "regio", "macanudo", "¡qué plato!", "discjockey", "esto no tiene goyete", "me están tomando para el churrete", "me caigo y me levanto", "cayó piedra sin llover", "¡a la pipeta!" y su variante moderna que supuestamente es ingeniosa "¡a la pipetuá", "¡a la perinola!", "¡a la fresca!", "qué te tiró de las patas...", "esto está de rechupete","está para chuparse los dedos", "ponete el echarpe", "¡no salgas toda despechugada!", "callate chirusa", "¡qué churro!", "permiso, dijo un petiso", "esto es una engañapichanga", "¡qué polenta que tenés!", "a otra cosa mariposa", "yo soy solo" y "hace frío, tapate con la cobija", entre otras, deben ser desterradas de inmediato.

No sólo hay que quitar vocablos de otras épocas heredados por influencia, hay que quitar también los que uno mismo decía en tiempos pasados. El sólo hecho de mantener modismos de hace veinte años, es una señal peligrosa debido a que se perdió contacto con la jerga moderna. El aislamiento cultural es una clara muestra de vejez. Mientras que en otros tiempos uno tenía un mínimo de onda, hoy no sabe de qué carajo se trata eso. El término "copado" hoy en día sobrevive, pero "apretar" no. Definitivamente, hoy la gente no "apreta". Es entonces imperativo no volver a emitir palabras y frases como: "hoy me le tiro a Laurita", "¿Y? ¿Te la apretaste? No, me rebotó", "¡mató!" o su variante "¡mató mil!", "¡faaaaa!", "¡mmmmh, qué hambre!", "Dios, cuando seremos dos" y "estos son culo y calzón", entre otros grandes éxitos.

A no temer, aunque parezca contradictorio, el método más efectivo para no parecer un viejo mañana, es no tratar de parecer joven hoy. Si hoy en día decís "estamos en el horno", estás en la jerga. Pero corrés el riesgo de seguir diciéndolo dentro de diez o veinte años, lo cuál te haría quedar como un imbecil. Los jóvenes del mañana se preguntarán por qué éste viejo choto dice esas cosas. ¿La solución? No usar términos de moda. Si en lugar de decir "estamos en el horno" decís "estamos para la mierda", nunca pasará de moda. Queda bien hoy y dentro de cincuenta años. Es así, los clásicos jamás pasan de moda.

Hay que tener mucho cuidado con las reacciones. Hay reacciones de viejo perfectamente reconocibles. Supongamos que viendo televisión nos encontramos con una situación que provoca alguna indignación, ahí es donde salta el jubilado que llevamos dentro. En ese momento, decir con tono indignado "qué vergüenza" o "qué barbaridad" es un síntoma muy fuerte de que te estás yendo al carajo.

Como decía el gran Tato Bores, hay que mantener la neurona atenta. No hay que dejar que nuestras ocupaciones nos alienen de las cosas que pasan y no hay que ver a los chicos como si fueran de otro planeta. Los tiempos, las costumbres y las tecnologías cambian. Nosotros tenemos que acompañar y entender esos cambios a medida que pasa el tiempo y si no lo hacemos, corremos el riesgo de terminar como esos viejos a los que vemos enojados quejándose de todo. Como si los jóvenes se hubieran vuelto idiotas. Como si las generaciones actuales fueran peor y ellos hubieran sido lo mejor de la historia de la humanidad. Como si la realidad los hubiera abandonado a su suerte. Les aseguro que envejecer resentido con la realidad, es una forma muy triste de ponerse viejo...

jueves, 5 de julio de 2007

La Fiesta Olvidable

¿Qué es exactamente lo que hace que una fiesta sea realmente una fiesta y no una anti-fiesta? Para lograr descifrar el misterio que implica este interrogante, salí a analizar sesudamente cuanta fiesta y/o anti-fiesta se me ha cruzado. Aquí, para mis lectores, el resultado de mi investigación, una verdadera guía de lectura obligatoria para todos aquellos que quieran organizar un festejo que al menos, sea más divertido que un velorio.

¿Qué es una fiesta? Tenemos que empezar por definirla. Tiene que haber un mínimo de diez personas en un espacio físico donde entren veinte. Esto casi se podría definir como una fiesta pedorra, ya que sobra espacio y da la sensación de vacío, pero puede entrar en la categoría perfectamente bien. Cinco personas tomando birra en un sofá y escuchando música, definitivamente no es una fiesta.

Otro punto a tener en cuenta, es que si la fiesta es exitosa, debe durar toda la noche. Es mas, hay que echar de alguna manera a los últimos que se quedan. Bajo ningún punto de vista la gente debe venir de otro evento y caerte a las tres de la mañana o al revés, llegar a las once cuando no pasa nada y retirarse a las dos, cuando recién la noche va tomando color.

Cuando se invita gente, la división de sexos tiene que ser lo más pareja posible, preferentemente con una ligera mayoría de mujeres. Hay que evitar una afluencia muy grande de parejas consolidadas, ya que eso atenta contra la integración. La gran mayoría de las personas deben ir SOLAS. En grupo de amigos, pero SOLAS. La combinación de alcohol y receptividad al levante mejora el ambiente.

Ahora bien, tenemos la fiesta, pero reconozcamos que el resultado depende en un 90% de los invitados. Este punto es crucial ya que ningún esfuerzo organizativo puede levantar el muerto que te deja una mayoría de asistentes que bien podríamos definir como "anti-invitados".

Ninguna fiesta estará exenta de anti-invitados, pero está en la habilidad del anfitrión saber balancear el material humano. Uno sabe perfectamente bien la cantidad mínima que se hará presente, así que deberá asegurarse la asistencia de dos o tres invitados por cada uno de ellos. Esto permitirá que los anti-invitados se agrupen con el correr de la noche pero pasen desapercibidos, de manera tal que la fiesta mantenga el nivel deseado. Existe el componente azaroso, que proviene de las invitaciones abiertas, donde cada invitado trae otra gente. Esto aumenta exponencialmente el número de asistentes, lo cuál es beneficioso, pero aumenta el riesgo de desbalanceo de invitados y anti-invitados.

Anti-invitados: cómo reconocerlos
Se lo puede reconocer fácilmente en cualquier fiesta y cada sexo tiene sus características. Lo que a un hombre lo puede convertir en anti-invitado, a una mujer la puede convertir en una invitada de lujo. Así que hay que ser cuidadoso en las apreciaciones para no caer en errores de concepto.

Hay anti-invitadas que suelen tener una actitud irritante frente al alcohol, sobre todo cuando están en grupo. Para este tipo de chicas, tomar una bebida blanca es como sentirse Indiana Jones. Una de ellas acepta el trago con un temor que le desborda en la mirada. Pero están las amigas, ella tiene que demostrar que dentro de ese grupo de anti-invitadas es la más grossa. Acerca el trago a la cara y atina a olerlo... ¡si, a olerlo! ¿qué sentido tiene oler una caipirinha, eh? Luego junta todo el coraje que le es posible y procede a beber un sorbo de aproximadamente un centímetro cúbico, como si se tratara de diarrea. Traga dificultosamente, mira a sus amigas -que ya para este momento la observan como a un caudillo- y echa una carcajada nerviosa. Todas ríen. La menos boluda del grupo les dio una anécdota para todo el mes. Conclusión: les va el humor naif, pero de sexo ni hablar.

Otro tipo de anti-invitada, es la desganada. No tiene ganas de hablar con nadie, baila con cara de ojete y parece que realmente la está pasando muy mal. Se junta en un sector con sus amigas a bailotear y hacen una formación que hace recordar a un scrawn de Los Pumas. El objetivo es que ningún macho ajeno al círculo se arrime y ose intercambiar palabras con ellas. Si alguno logra pasar la valla defensiva y encara a una del grupo, es ignorado como si fuera un holograma. Cuando se cansa, se para apoyando la espalda contra la pared, eventualmente cruza los brazos y pone cara de estar pasándola peor que nunca. Cuando alguno la ve aburrida y cree que es la gran oportunidad de encarar, contesta con fastidio. Estas chicas tienen la percepción de que te hacen un enorme favor yendo a la fiesta, cuando en la práctica es todo lo contrario. Conclusión: al detectarlas, ignórenlas. No sirven para nada.

Así como el alcohol propicia el clima de fiesta, también hace salir de la oscuridad al anti-invitado desubicado. Es ése que con un vaso de mas desparrama improperios hacia el sexo opuesto creyéndose el sucesor de Jorge Corona, pero los demás lo ven con horror. Su cultura alcohólica es deplorable, bebe y mezcla cuanto le pongan adelante para embeodarse lo más rápido posible. Con sus ojos entrecerrados y su dicción patinosa, habla a los gritos gesticulando exageradamente y plantea situaciones pretendidamente ingeniosas que provocan el rechazo en todas las personas que caen en la desgracia de ser sus elegidas. Con el correr de la noche, posiblemente se babee y empiece a escupir al hablar. Al final, inutilizará el baño con un vómito espantoso y/o quedará tirado en algún rincón ofreciendo un espectáculo digno de lástima. Esta clase de estúpido, suele sentirse como un galán de barrio, lo cuál le da coraje para encarar a la anti-invitada desganada, con humillante resultado. Probablemente haya algún cruce de declaraciones como "a vos te hace falta una buena pija" o "salí de acá, sos un pajero". Conclusión: no invites a mas de uno. Si hay más de cuarenta personas, podés invitar a dos.

Aquí es donde se da la paradoja de los sexos, porque hay una variante del anti-invitado desubicado, que es el desbocado sexual. Se quiere transar a todas, las agarra cuando baila, las franelea y les propone al oído sexo en el baño. Es el tipo que está toda la noche al borde de terminar a los sopapos con el novio o amigo de alguna de sus candidatas y convertir a lo que era una noche de jolgorio en una pelea de cantina western. Sin embargo, esta actitud de desinhibición alcohólica en una mujer, está perfecta. Jamás sería considerada una anti-invitada.

Como expliqué varios párrafos atrás, hay que evitar tener en la fiesta mucha cantidad de matrimonios o parejas de varios años de convivencia. Si esta gente era algo aburrida en su soltería, lo será mucho mas en pareja. Es un efecto del matrimonio. Podemos ver a esta clase de anti-invitados siempre juntos, sólo se separan para ir al baño. Él vigila que nadie se la quiera levantar y ella vigila que él no se quiera levantar a nadie. Bailan entre ellos y mantienen una moderación absoluta. Son los que no pueden aguantar mas allá de las tres de la mañana.

En esta clase de anti-invitados, puede darse el caso de que el macho de la pareja añore repentinamente su soltería y se pase de tragos con nefasto resultado... ¡esta es su noche de joda!. Al igual que el anti-invitado desubicado, se querrá empachar de diversión bebiendo cualquier cosa atolondrádamente, quedando mal parado al terminar el segundo vaso. Cuando el espectáculo se torne insoportable, ella lo cargará al hombro y lo sacará de la fiesta completamente avergonzada. Al otro día, lo abandona.

Claras señales de anti-fiesta
Supongamos que hay una barra improvisada, alguien hace tragos... tradicionales, nada del otro mundo. En una fiesta hecha y derecha siempre hay gente cerca para manotear el trago que salga. Siempre alguien está mosconeando alrededor y se asoma a preguntar "¿qué estás haciendo ahora?". En una anti-fiesta, estará cerca de la barra alguien que se encargue de repartir la bebida y el resto de los invitados mirará para ese sector con temor. Cuando la persona devenida en asistente del barman reparta los tragos, ¡le va a costar colocarlos!. La gente contesta algo así como "¿qué es? Ah, no, gracias". El trago, que gustosamente pagarían en un boliche diez o doce mangos, queda olvidado en algún rincón. Si alguien sale a repartir tragos y regresa sin haber podido colocar todos, es una señal clarísima que se trata de una anti-fiesta.

Otra señal inequívoca la podemos encontrar si observamos la puerta del baño. Difílcilmente haya mas de dos... para mas de treinta personas. Si vas al baño y no tenés que esperar para entrar, es una clara anti-fiesta. En una fiesta, no hay baño que alcance para desagotar todas las vejigas asistentes.

Conclusiones Finales
Como verán, el éxito de una fiesta puede pender de un hilo y el fracaso de la misma teniendo en cuenta los costos, no causa ni la menor gracia. Antes de gastar una fortuna en una fiesta, enfiestate vos con dos trolas. ¡Eso nunca falla!.

sábado, 23 de junio de 2007

¿Qué es de tu vida?

Dentro del costumbrismo moderno, se encuentra una frase que fue impuesta hace no muchos años. Tal vez no más de quince. Se aplica generalmente en los grandes y a la vez intrascendentes reencuentros. Esos que en ocasiones son forzados y en otras casuales, que supuestamente despiertan un gran interés entre quienes se encuentran hasta que en pocos segundos notan que no había nada de qué hablar.

El ex-compañero de la escuela, el ex-compañero de algún trabajo que largaste hace muchos años, cualquiera puede ser. Cuando el encuentro es casual, uno ruega que esa persona se haga la distraída y siga de largo, pero no. Va a simular una gran alegría al verte, vendrá un saludo de rigor y la frase matadora: ¿Qué es de tu vida?.

Así es... esa frase resume un encuentro y facilita el tránsito a la intrascendencia total de todo lo que digas después. El mecanismo es el siguiente: simulo que estoy muy feliz de verte, pero en realidad me importa un carajo lo que tengas para decirme y entonces, tiro esa pregunta y te largo el fardo a vos para que me hagas un monólogo acerca de tu existencia mientras yo asiento con la cabeza fingiendo interés, a la vez que estoy pensando en lo que tenía que hacer en lugar de perder el tiempo acá con vos.

La gente que utiliza esta pregunta, tiene un modismo especial, es de los que te suelen decir "negrito, venite a casa a tomar unos mates" fingiendo un cariño que jamás existió. Guarda con la gente que se abusa del apelativo "negro" o "negrito".

Siguiendo el mecanismo, ante esta pregunta está de más decir que uno no va a desembuchar su vida de un saque. Está claro que si la otra persona te conociera y le importaras un ápice, te preguntaría cosas al menos para generar algo parecido a una conversación. ¿Cómo anda tu vieja? ¿Seguís con la misma mina? ¿Dónde laburás ahora? Cosas por el estilo que hacen a una charla amena donde se demuestra el interés y aprecio real.

Uno ante esta requisitoria puede optar por la respuesta corta o ensayar algo largo, solamente para molestar al otro, que evidentemente quiere una respuesta corta para cambiar de tema o directamente saludar e irse fingiendo apuro. La respuesta corta nos lleva a intentar algo como esto: "Bien, acá tirando..." o "Todo bien, acá ando". Esto puede ser seguido de un contragolpe, finalizando la frase con un: "¿y vos?". Esto pasa la pelota al campo contrario, pero nuestro contrincante en ese caso ensayará una respuesta similar dejando el partido empatado. Luego de esto, la charla muere y el encuentro se termina porque ya no se sabe cómo seguir.

La otra persona se irá satisfecha, regodeándose en su falsedad y creyendo que hizo lo correcto. En realidad, forzó una situación que no le interesaba a ambos, te hizo perder el tiempo y te dio la pauta de que no es alguien de fiar.

Al menos, hoy nos queda de enseñanza que no debemos confiar en la gente que hace esa pregunta o al menos, no debemos creer que le importamos. Lamentablemente... la gente suele ser muy garca.

jueves, 21 de junio de 2007

Parejas Gemelas

En esta ocasión, voy a compartir con ustedes una pequeña anécdota de mi vida, de esas que no cualquiera hubiera disfrutado al nivel que yo lo hice. Supongo que ni siquiera otra persona hubiera notado algo extraño, así que espero poder trasladarles la misma sensación que tuve en aquel momento.
En una noche veraniega del año 2004 voy a beber algo con un grupín de amiguetes a un bar inmundo del barrio de Almagro que tiempo después dejó paso a un edificio de diez pisos (ventajas del boom inmobiliario...) situado en Medrano casi Rivadavia, a pocos metros de Las Violetas.
Como un bar cualquiera de Buenos Aires, este acomodaba en la vereda las clásicas mesas redondas para que uno no se tenga que cagar de calor adentro. En un momento de distracción, miro de reojo un segundo a la mesa que estaba a mi derecha para luego quedarme pensando... "¿qué acabo de ver?". Vuelvo a mirar disimuladamente para corroborar y unos segundos después no podía salir de mi asombro. Empecé a patear a todos por debajo de la mesa para que no se lo pierdan. Se trataba de dos parejas que conversaban amigablemente. Tal vez parientes, tal vez viejos amigos, tal vez compañeros de trabajo. No lo sabemos, pero ahí estaban.
¿Recuerdan la película "Gemelos" con Danny DeVito y Arnold Schwarzenegger? El argumento era que se había hecho un experimento de inseminación en el cuál se pretendía desarrollar al niño perfecto. El experimento falló y al niño perfecto (Schwarzenegger) le salió un gemelo (DeVito) que tenía englobado en él todo lo malo que no le había tocado al otro. Todas las virtudes le habían tocado a uno y todos los defectos al otro. Yo presencié esa noche una remake de este film.
Imaginemos a la mesa redonda como dos semicírculos o mejor aún, como dos territorios. De cada lado estaba cada una de las parejas.
La pareja que estaba a la derecha (desde mi punto de vista) era jóven, bien vestida, ropa sobria y elegante. Eran dos personas delgadas de lindos rasgos, movimientos medidos, sobriedad al hablar y peinados prolijos. Esa clase de gente que podés llevar tranquilo a cualquier parte sabiendo que te hacen quedar bien. Luego giré mis ojos ligeramente hacia la izquierda... y vi el horror.
Ella era casi obesa, mal vestida y con un peinado voluminoso que acentuaba aún más su horripilancia. Su novio no desentonaba, si ella era casi obesa, él tenía la musculatura de un tallarín de sémola. Alto y tremendamente flaco, lucía un maxilar superior prominente que hacía parecer que podía morderte a un metro de distancia. Pelo corto y revuelto (pero sin onda). Ambos hablaban alzando la voz por cualquier cosa y haciendo ademanes con las manos permanentemente como si se fueran a abofetear entre ellos.
El contraste era tán grande, que no podía dejar de mirarlos. Ya ni le daba bola a lo que decían mis amigos por prestarle atención a estos cuatro. El asunto era observar con un disimulo tal que no me haga acreedor a una trompada por echar una carcajada mientras les clavo la mirada.
De repente, lo inesperado. La pareja horror decide desafiar a la moderación de sus interlocutores y se trenza en un escarseo amoroso grotesco y aparatoso. El macho de la pareja abría la boca al máximo para besar a su amada y parecía que se la iba a tragar de un bocado. La hembra movía su humanidad como podía para abrazar al galán y se recostaba sobre el respaldo corriendo graves riesgos para su integridad física debido a la muy cuestionable calidad de las sillas. Todo esto ante la impávida e incómoda mirada de la otra pareja, que a estas alturas estaría pensando una buena excusa para huir de ahí.
Así fue... unos minutos después se levantaron de la mesa y partieron con rumbo desconocido, dejándonos tema de conversación para un buen rato. Pensaba también en el contraste que significaba que en una esquina haya un bar tradicional y muy bien puesto como Las Violetas y que a veinte metros haya un bar oscuro y lleno de fisurados como este. Por suerte, no existe mas...

lunes, 18 de junio de 2007

Maldito Costumbrismo I

En 1998, la productora Pol-Ka de Adrián Suar sacaba al aire uno de sus productos más exitosos: Gasoleros. Etiquetada como una tira "costumbrista", esta noveleta relataba las peripecias de una pareja dispareja formada por un colectivero y una taxista enfrentados por sus trabajos y algunas estupideces mas que no me vienen a la mente ahora. A partir de ese momento y hasta el día de hoy, la productora no paró de hacer siempre la misma mierda, pero variando los personajes.
El éxito de esta tira estaba basado en algo que la televisión no había mostrado tán crudamente: el costumbrismo. El libreto estaba lleno de clichés, frases hechas y situaciones de la vida cotidiana. Novedad aceptada. Rating asegurado.
Si uno relaja el cerebro y se deja llevar por el costumbrismo, no pasa nada. El asunto es cuando uno NO se deja llevar por el costumbrismo, cuando uno detecta una y otra vez como las personas repiten frases, situaciones y reacciones como autómatas sin voluntad y sin tener la menor pizca de originalidad o imaginación. Simplemente hay que ser uno mas para asegurar la pertenencia a la masa.
El problema del costumbrismo, es que en principio demuestra como la gente funciona en piloto automático. No necesito pensar lo que voy a decir, porque seguramente voy a decir algo que le escuché decir anteriormente a otra persona.

Costumbrismo familiar
Imaginemos la siguiente situación: cumpleaños de algún pariente, llama una tía que vive en el gran Buenos Aires y te invita a almorzar. Gran asado gran para la familia. Mesa larga, mucha gente (al menos seis personas). Como en toda mesa familiar, todos parlotean en forma desordenada sin escucharse sobre diversos temas del quehacer nacional.
Llega la comida. Todos abandonan su discurso para empezar a comer. Unos treinta segundos después, indefectiblemente y con ánimo de rompe pelotas jolgorioso, alguien dirá algo mas o menos parecido a esto: "¡que silencio! ¡ahora nadie habla eh! ¡Se ve que había hambre!". Y lo peor de todo, es que a alguien le causará gracia ese comentario.
Si no lo escuchaste alguna vez, ¡seguramente vos también lo dijiste! ¡Idiota!.

Costumbrismo cristiano
Y si. la religión sea cuál fuere no es mas que un compendio de costumbres y rituales. Pero eso está más que claro por lo que en realidad, me refiero a otra cosa.
Cumplir años para algunos es una alegría porque se festeja algo y se planea una fiesta y se ve a gente con la que normalmente no se tiene contacto. Para otros, es una cagada, porque algo hay que hacer y al carajo, porque no hay ganas de hacer nada, el año fue una mierda, me estoy poniendo viejo, hago el balance de mi vida y me quiero matar, etc.
Pero hay un cumpleaños clave en la vida de las personas. No son los cuarenta, donde surgen todas las teorías sobre el viejazo y la menopausia. El cumpleaños clave es el número treinta y tres. Yo lo pasé, así que sé muy bien de lo que hablo.
Durante todo el día de tu cumpleaños, todas las personas que se enteren en el momento te van a reiterar permanentemente la misma cantinela: "aaah, ¿cumplís hoy? ¿cuántos? ¿33? ¡la edad de Cristo!".
Si, la edad de Cristo hará que desees que pronto termine ese fatídico día de tu maldito cumpleaños donde todo el mundo en forma espontánea te recordará que Jesús murió cuando tenía tu edad, por lo que tranquilamente te podría pasar a vos de un momento a otro.
Pero eso no es todo... porque la maldición te acompañará durante todo el año. Cada vez que alguien te pregunte cuántos años tenés, volverá a pasar lo mismo hasta que cumplas los 34 o decidas mentir y hacer como que nunca tuviste esa edad.

Costumbrismo quesero
A veces una marca de un producto es pionera y se hace tán fuerte, que suplanta al nombre del producto en sí. En los nacimientos de la telefonía móvil, nadie usaba un celular, todos tenían un Movicom. Cuando apareció la televisión por cable, todos tenía Cablevision. Nadie hubiera dicho que tenía cable en su casa porque hubiera sido incomprensible. ¿Alguien le ponía mostaza a los panchos? No, todos le ponían Savora.
Bien, ahora... existe otro tipo de expresiones que son más ligadas a la ignorancia de quién describe las cosas superficialmente sin entender bien qué carajo son. Como decirle, por ejemplo, pelotita amarilla a un limón. El problema es cuando esas expresiones se convierten en definiciones utilizadas por todo el mundo.
Entonces, uno va a una fiambrería. Compra 100 gramos de jamón cocido. Viene en fetas. Después uno compra medio kilo de queso de rallar... porque nadie sabe que se llama Reggianito... es queso de rallar. Porque se usa para rallar, claro. ¿Quién sería tán idiota de comerse un cacho de queso de rallar entero? El queso de rallar se consume rallado y se acabó.
El queso viene en trozo, por lo cuál, en la mentalidad simple del lelo común las cosas son así: los fiambres en fetas y el queso en trozos. Pero surgido de la mentalidad de algún genio, existe un queso misterioso que rompe con todas las reglas establecidas... ¡y se vende en fetas! ¡Si señores, es el famoso queso de máquina! Mas que un queso, un producto destacado nacido para romper todos los moldes. Mientras todos los demás quesos deben ser vendidos en trozos, el queso de máquina se vende en fetas, imitando a los fiambres y haciendo la delicia de todo sandwich.
Ya nadie usará un incómodo gruyere para poner entre panes existiendo esta maravilla de la gastronomía que fue pensada para ser cortada en fetas. Es mas, sólo los más transgresores y osados serán capaces de probar este queso trozado. En la mente de ningún mortal bien nacido puede caber el pedirle al almacenero un cuarto kilo de queso de máquina entero. El personal a cargo estará en todo su derecho de expulsar al desubicado del establecimiento no sin antes propinarle un correctivo.
Mientras cualquier otro queso tiene nombre propio como roquefort, gruyere, reggianito, provolone o muzzarella, este simplemente es queso de máquina. Algunas personas que se lanzan a la aventura del conocimiento, aseguran que el verdadero nombre de ese queso es: Dambo. Pero imagínense qué estúpido me vería yo yendo al almacén a pedir cien gramos de Dambo... por favor... qué ridículo...

sábado, 16 de junio de 2007

Primer post, me presento.

Para quienes no me conocen, soy un porteño de treintipico de años que intenta despuntar un vicio mas sano que ser fumador, borracho o merquero. El vicio es volcar en palabras escritas mis puntos de vista o impresiones acerca de la realidad que ven mis ojos. Que no es la misma realidad que ven tus ojos, lo cuál hace que sea interesante detenerse en lugares como este para enterarse de cosas que uno no sabe o simplemente cotejar los pensamientos propios con los ajenos para ver quién es más boludo.

Tampoco con esto quiero decir que me voy a convertir en un cronista de hechos cotidianos o en un simple gil que traslada noticias del diario dichas de otra forma. Ni en alguien que le va a agregar poesía a las cosas que pasan. Es mas, detesto la poesía.

El título del blog es una especie de resúmen acerca del tono de lo que volcaré en este pasquín digital. No soy un berrinchero al estilo Zamora (si, el trotskysta) que se va a quejar de todo diciendo que son todos soretes menos yo porque no hacen caso a mis delirantes propuestas. Tampoco un resentido social que atacaré sin compasión a todo aquello que me rechazó a lo largo de mi vida. A veces, ser un buen observador de lo que pasa permite entender muchas cosas que pasan delante de nuestras caras sin que podamos notarlas o al haberlas notado, creer que no tienen importancia alguna.

El problema es qué pasa al entender... nadie es más feliz que un ignorante, ya que éste no entiende y si no entiende, no sufre. Por el contrario, no necesita grandes cosas para sentirse afortunado... sumido en su total falta de comprensión, el ignorante no requiere nada elaborado para disfrutar. Un simple cartón de vino de pésima calidad y el cd de Meta Guacha sonando de fondo es suficiente para que el iletrado disfrute de la vida en plenitud creyéndose muy afortunado ante su imposibilidad de aburrirse.

El que entiende, llega a darse cuenta de que al fin y al cabo, la enorme mayoría de las elecciones en la vida no se hacen para tratar de quedarse con lo mejor posible, sino que es para quedarse con el mal menor. De la misma forma que haremos los porteños en el ballotage del 24 de junio. Entonces, uno termina estando en contra de todas sus opciones porque a la larga, uno esperaba otra cosa de la vida.

Lamentablemente, no tenemos la forma de cambiar nuestras opciones. O la tenemos, pero jamás nos dimos cuenta.

La temática del blog podrá ser amplia... política, fulbo, informática, historia, anécdotas, teorías sin fundamentos, sofismas y cualquier otra temática que haga que al haber entrado, sientas que no fue al pedo y lo que es mejor... ¡volverías a entrar!.

Habiendo presentado el blog, me retiro a mis aposentos a pensar... cómo carajo sigo con esto.

¡Hasta el post que viene!